Acabo de leer un post sobre educación que me ha dado mucho que pensar, titulado "Las reflexiones de Helena". Lo que me gusta es que muestra la opinión de una estudiante de 3º de la ESO en España.
Llevo tiempo pensando (y sintiendo) que lo que le pasa a la educación es que no deja espacio para que los alumnos expresen su personalidad, sus gustos, sus opiniones, sus motivaciones profundas, su relación grupal, etc.
Llevo tiempo pensando (y sintiendo) que lo que le pasa a la educación es que no deja espacio para que los alumnos expresen su personalidad, sus gustos, sus opiniones, sus motivaciones profundas, su relación grupal, etc.
Pero más allá de dar mi opinión, ahora lo que realmente quiero es escuchar a Helena y a todos sus compañeros, pues respeto su soberanía personal como artífices de su propio destino, y deseo comprender todo lo posible su sentir, y tener en cuenta sus propios valores.
Y ante todo, yo no quiero pensar por ellos, hablar por ellos, colonizar su personalidad, o robarlos su alma, diciéndolos lo que "deben hacer", ... lo que "deben pensar", ... lo que "deben sentir", ... lo que "deben amar", ...
Por eso te escucho Helena ...
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