Observo las sensaciones de mi respiración

Ahora estoy sentado sobre mi zafu en la sala de meditación, junto con otros 90 meditadores.
Estoy atento a mi respiración. Muy atento. Cada vez que me despisto y me doy cuenta, sonrío y vuelvo a la atención a las sensaciones de mi respiración. Sé cuando estoy inspirando, y sé cuando estoy expirando. Siento el cosquilleo, el calor, la duración, ... de cada respiración. 

Mi objetivo es intentar estar al menos un minuto atento sin despistarme. No es fácil, y con calma y paciencia, sigo intentandolo. Sin desanimo, sin tensión, ...

Mi mente se ha calmado un poco, y recupero un sano control sobre ella. Vivo más instantes en presente, más consciente, más despierto, ...