15 de enero de 2006

Meditación con conciencia de testigo

Anoche tuve una meditación intensa, mientras barría mi atención por las sensaciones que iban apareciendo desde la cabeza a los pies, y luego de los pies a la cabeza.

Mi mente estaba muy atenta, y a la vez aceptaba con bastante ecuanimidad las sensaciones que iba atestiguando. 

Fue una experiencia curiosa, muy dinámica, y sumamente reveladora. A cada vuelta de atención notaba que las sensaciones habían cambiado. Pocas veces he sentido en una meditación tanto cambio de tipo de sensaciones, como si fuera todo unos fuegos artificiales que surgían y desaparecían de momento a momento. Desde el agarrotamiento, la vibración, la tensión muscular, ... sensaciones de energización, molestias abdominales, dolor, relajación, ... todo tipo de sensaciones ocurrían y al rato ya no estaban, ... y yo simplemente era un testigo inmóvil de los cambios frenéticos que se daban en ese espacio denominado cuerpo.

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