22 de abril de 2005

Mi autobiografía emocional

Hace unos meses escribí para el curso de eneagrama, de la onda de Claudio Naranjo, mi autobiografía emocional. Es un texto largo, y no me apetece pegarle aquí. Hace un mes escribí una especie de resumen periodístico sobre esta autobiografía, para el curso de psicología integral. Voy a incluir aquí algunos párrafos seleccionados:

<< Síntesis: Nacho Gallego escribió en noviembre del 2004 su autobiografía emocional (...) En el cuenta como fue un niño débil, sumiso y muy creativo. En su adolescencia el ser del Opus Dei le dio sentido, felicidad y un grupo de pertenencia. En la universidad desarrollo una gozosa actividad como líder de servicio. En Lleida surgierón sus primeras crisis personales, y las contradicciones de su gran amor. Tras años de perdida progresiva de sentido una crisis sentimental fuerte le hizo despertar. Lleva 5 años viviendo de forma cada vez más integradora, y emocionalmente mas inteligente. Ahora quiere ir soltando sus limitaciones sentimentales con los demás, y facilitar así su evolución y la puesta en marcha sus proyectos. (...)
Infancia
: “Cuando pienso en mi infancia, me vienen a la cabeza recuerdos de debilidad por un lado, y por otro recuerdos de creatividad y deseos de jugar del pequeño niño” (...)
“Supongo que fue este impulso creativo, de superación y de deseo de ser valorado por el otro, lo que hizo que me convirtiera en un niño bueno, algo estudioso y obediente” (...)
Tuvo 2 buenos amigos de la infancia, Juan Carlos (que aún conserva) y Miguel Angel. Recuerda que tendía a adaptarse a los juegos y deseos que marcarán ellos. También en muchos momentos prefería jugar solo o construirse naves espaciales de madera.
Adolescencia: En el instituto conoció a Jose Manuel, otro amigo que conserva ahora de adulto. Nacho era buen estudiante, aunque sin destacar. Le gustaba relacionar, comprender y vincular ideas dentro del cuadrante objetivo.
Sigue escribiendo que “entre en contacto con el Opus Dei, y me sentí pronto a gusto con ellos, pues me daban cariño y un sentido divino a mi vida”. Se hizo miembro, y permaneció allí 5 años. Fue feliz, hasta que empezó a verse incapaz de cumplir algunos de los requerimientos de la obra en temas de apostolado y pureza. Sentía miedo de hablar del Opus Dei, y se sentía apartado y marginado por otros jóvenes de su edad. Se separo un poco emocionalmente de su familia natural, y considero a los miembros de la Obra como su verdadera familia.
La juventud Entusiasta: La entrada en la universidad permitió a Nacho irse desligando del Opus Dei. Se sentía muy a gusto con sus compañeros de carrera, y deseaba tener una “vida normal como cualquier joven universitario”. Dejar el Opus constituyo una decisión difícil que duro varios años, y al dar el paso sentía la contradicción de que por un lado estaba abandonando su verdadera vocación, y por otro se estaba liberando de un peso muerto.
Recuerda los años de forestales con autentico entusiasmo, gozando de las excursiones y la vida universitaria. Se hizo delegado de clase y luego delegado de centro, con lo que adquirió una autopercepción de valía, poder y capacidad de liderar a otros través del servicio. (...)
La Juventud y los batacazos: En el año 93 Nacho fue a estudiar Montes a Lleida, y como el mismo reconoce, “empezó una etapa con sus altos y bajos emocionales” (...) estuve en un piso absolutamente genial, con compañeros muy entrañables, principalmente el Moli, Sici, Diego, Koldo y Juanmi”. (...)
A pesar de este buen ambiente, Nacho se sentía muchas noches de fiesta fuera de lugar y poco querido. Además, al principio de estar en ese piso tuvo la depresión más larga e intensa de su vida, con mucho sentimiento de inferioridad y deseos de estar solo.
La Juventud y los amores: “Por esas fechas conocí a Anabel, y me enamore de ella”, escribe. Le hizo sentir como un amigo especial. Fuerón unos años de mucha confusión entre sus “sentí/mientos” hermosos de amor y aceptación, y otros “sentí/mientos” de frustración y deseos incumplidos. “Anabel se convirtió en una obsesión y un deseo de alcanzar siempre un algo más en la relación”. Tras los primeros años de más entusiasmo con ella, después volvierón las depresiones periódicas y el vacio interno por este sentimiento.
A nivel académico y profesional se sintió muy realizado y satisfecho con la elaboración de su genial Proyecto Fin de Carrera. (...)
Batacazo final y despertar: Tras un periodo difícil de celos y debilidad con respecto a Anabel, una noche en Barcelona toda la amistad se vino abajo por medio de un culebrón tan absurdo como desconcertante. Nacho creyo hundirse en esos días en el abismo más profundo de su vida, de lo que lo salvo la vuelta a Palencia, y algo interno, el Ser que desconocía aun, y que le sostuvo dentro de la crisis. Fue una autentica emergencia espiritual.
“Lo primero que surgió dentro de mi poco después es el deseo de salir de la debilidad de carácter que me había llevado a esto”, escribe. Le ayudo a enfrentarse a ello el libro “los 7 hábitos de la gente altamente eficaz”. (...)
Empezando el año 2000 se sentía enfrascado en una aventura de descubrimiento, y le faltaba tiempo (...). Se sentía muy afortunado, y seguro en su nuevo planteamiento vital. (...)
Adulto buscador inmaduro: La lectura posterior de algunos libros de Tony de Mello le atrajerón hacia formas de espiritualidad distintas a las que había conocido en el Opus. Siguió leyendo libros sobre distintos aspectos humanísticos, incluyendo biografias de hombres notables. (...)
Se intereso después por temas sociales, (...) Su vida tenía sentido, y se guiaban entorno a tres patas; el desarrollo personal, la comprensión global y la animación social.
Vio cada vez más claramente que el estaba mas a gusto en su mundo particular, y empezaba a tener problemas para relacionarse abiertamente con los demás. (...)
Adulto buscador y gozador: En el otoño del 2001 hizo su primer Camino de Santiago, asunto que le engancharía a partir de entonces. Él reconoce que el Camino de Santiago le ofreció un estilo de vida mas integrador.
Algo le guiaba, ahora lo sentía, y se volcó con alegría a ese cometido. La obra de Ken Wilber le apasiono y le ayudo mucho a conocerse y poder unir todas las piezas que había ido desenterrando en los últimos años.
Siguiendo este camino que ahora tenía claro y que le daba claridad hizo un curso de meditación Vipassana, y desde entonces sigue meditando, consiguiendo con ello una armonía y ecuanimidad cada vez mayores.
Comenta, “si que he notado cambios emocionales importantes. Por un lado las cosas ya no me afectan como antes, hay días en los que me siento algo confuso, pero tengo la seguridad de que no va durar mucho este estado. Siento una alegría y una estabilidad muy fuerte que transciende el estado de animo o físico del momento”.
Se siente orgulloso de haber puesto en practica la revista Peregrinos de la Vida, una apuesta personal por llevar estas ideas integradoras y de búsqueda a sus amigos y conocidos.
El tema clave que siente que le bloquea y que le roba mucha energía es el de su relación con los demás. (...)
Tras el curso del Eneagrama, ha visto su personalidad de una forma más clara como del tipo 5, y muchas cosas han adquirido sentido. >>

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