Esta temporada estoy trabajando mucho mi relajación física. Lo hago desde varios ángulos. Desde la relajación general consciente, hasta la relajación con estiramiento muscular y postural de la Técnica Alexander. También en la meditación, cuando consigo una cierta ecuanimidad mental, se produce una relajación física.
Uno de mis hábitos más comunes es el de mantener bastante tensión muscular en mi cuerpo. Creo que allí es donde acumulo buena parte de mis tensiones emocionales y mentales reprimidas (mi sombra).
Últimamente soy cada vez más consciente de estas tensiones. En mis brazos, en mis piernas, en mi cara, ... por todas partes. Mi postura no es natural, ahora estoy sentado delante del ordenador y estoy tenso.
Lo acepto como una estrategia de mi personaje, que usa este antiguo habito de tensión con una función de contención de mi sombra. Y a la vez lo trabajo tranquilamente como una parte más de mi camino hacia la integración completa de mi persona, en cuerpo, mente y espíritu.
Hace unos años leí sobre la Relajación General Consciente en libros de Antonio Blay, y desde entonces lo vengo practicando periodicamente. Para mi es un placer y un autentico descanso físico. Ahora en clases de Yoga practicamos una relajación muy similar, que luego tratamos de mantener en las distintas posturas o asanas.
Ya conte que estoy haciendo la Técnica Alexander de reeducación en el uso del cuerpo. Gracias a ella estoy notando lo acortado que tengo mis músculos (fruto de sus tensiones), y de como esto esta relacionado con mi postura encorvada y con los hombros adelantados. Además, en cada clase descubro como mis músculos son flexibles y pueden aprender a estirarse relajadamente, ocupando su espacio natural, y permitiendome expandirme corporalmente. Y esto tanto en reposo como en movimiento.
Durante el día noto que cuando emocional o mentalmente estoy relajado, mi cuerpo a su vez se estira y se expande, y desaparecen muchas tensiones. Estoy adquiriendo el habito de ser muy consciente en todo momento de mi postura, y la tensión que la acompaña. Y a la vez mandar un mensaje (emocional, mental o existencial) de que mi cuerpo se estire y se expanda. Y puedo asegurar que mi postura ya ha empezado a cambiar. Y como en todo ciclo de hábitos, el habito antiguo sigue ahí y no pasa nada cuando reaparece. Siento que este proceso de relajar mis músculos me durará toda la vida, sin prisas, y sin pausas.
Y en la meditación, en estados de paz y ecuanimidad, mi cuerpo naturalmente se relaja. Todo mi ser esta en acción y en relajación, siguiendo los ciclos naturales.
Bueno, y ahora me voy al dentista, a ser consciente de lo que pasa en mis músculos (y en todo mi ser) cuando el Doctor Durantez me introduzca todo tipos de aparatitos perforadores dentro de mi boca ...
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