En el calor emocional de esta noche escribo. Con el aroma de la última reunión del taller de sueños, y con ganas de amar siempre como amo en este momento, y borracho de emociones, escondidas bajo mi aspecto frío, doy gracias al universo que ha conspirado para tanta alegría.
Gente maravillosa, mis amigos los soñadores. Hoy hemos dejado que la tormenta de sueños descargara sobre las encinas del monte el viejo. Hoy hemos regalado pequeñas herramientas para que nos leamos cuando aparentemente nos olvidemos de soñar, y queramos volver a casa. Pues soñar para nosotros es estar en casa, la casa de los sueños, la casa de la realidad autentica. Hemos cantado, junto a Rafa en su primer contacto con nosotros, a Machado, caminando ... no hay camino, ... sino estelas en la mar ...
Y por fin, con montones de regalos, nos hemos despedido del taller informal de sueños, el taller transformador de vidas. Con besos, abrazos y ... lagrimas en los ojos ... o en el alma.
Y con un sueño que me muero, muy emocionado y dando gracias por lo compartido, me voy a ir despidiendo de la noche de vigilia para ir cayendo en la noche de los sueños dormidos, con lagrimas y sonrisas ... porque así deseo que sea mi vida, ... deseo que toda mi vida sea por siempre de lagrimas y sonrisas.
Soy feliz, con la tristeza de la despedida. Gracias Kosmos infinito por regalarme tanta vida autentica a través de la magía humana ...
Me duermo con la música del corazón de la vida ...
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